Trabajamos para la Igualdad

Lidia Fernández

Subsecretaria de
Políticas Transversales de Género

Mucho más que lo soñado

El Ministerio de las Mujeres, Políticas de Género y Diversidad Sexual de la Provincia de Buenos Aires (MMPGyDS), a lo largo de sus primeros cuatro años de gestión, desplegó su accionar en cumplimiento de claros mandatos y ejes prioritarios del  gobernador Axel Kicillof: una fuerte presencia del Estado en el territorio, la recuperación de la identidad bonaerense y la importancia de desarrollar una gestión pública de calidad, inclusiva, integral, transversal, en pos de la igualdad y la justicia social. La designación de Estela Diaz para conducir este desafío de construir un nuevo Ministerio fue determinante para alcanzar los objetivos propuestos. Bajo su liderazgo se forjaron las primeras estructuras y las grandes líneas de acción. Desde la Subsecretaría de Políticas Transversales de Género atravesamos distintas etapas, donde cada acción adquirió un carácter ineludiblemente fundante e instituyente.

Tiempos de inicio: primeros pasos

La primera denominación del espacio, en los inicios mismos del MMPGyDS, fue Unidad de Coordinación de Políticas Transversales (UCPT), y nuestro desafío principal era construir y poner en funcionamiento las herramientas institucionales  para favorecer la Transversalización de la Perspectiva de Género (TPG) en todos los niveles y poderes del Estado bonaerense, integrando a las organizaciones sociales. Se crearon para ello tres consejos y una mesa de articulación. Máximas autoridades de todos los estamentos del Estado se sumaron a estos consejos, donde los innumerables diálogos, acuerdos y trabajos conjuntos alcanzaron institucionalidad y visibilidad de los avances de la TPG en todos los ámbitos.

En tiempos de creación, los primeros debates no tardaron en aparecer. Había coincidencia plena en la importancia de transversalizar las perspectiva de género, pero, según algunos posicionamientos, debían priorizarse los espacios transversales y no la creación de áreas específicas (para evitar el «encapsulamiento» de las políticas de género); mientras que otras posturas consideraban a las áreas específicas como impulsoras imprescindibles de esas mismas políticas (porque servirían de nexos para trabajar articuladamente y hacer un seguimiento en el tiempo). Finalmente, se alcanzó una síntesis: ambas posturas  eran válidas y necesarias, había que fortalecer las áreas específicas y sostener, simultáneamente, los espacios de transversalidad. A partir de este criterio se estableció el objetivo prioritario de impulsar, promover y acompañar la creación, jerarquización y fortalecimiento de todos los espacios específicos y transversales de género en el Ejecutivo provincial y municipal.

Hacia el cierre de nuestra gestión, se han creado y/o jerarquizado más de 100 áreas municipales en todo el territorio bonaerense, y se han constituido más de 29 unidades, comisiones, mesas y direcciones de género en ministerios y organismos descentralizados de la Administración Pública Provincial. Cada uno de estos ámbitos impulsa la transversalización de la perspectiva de género al interior de sus propios espacios, tanto municipales como provinciales.

Paralelamente, por mandato de nuestra ministra, se nos encarga la tarea de  llevar adelante la primera «regionalización» del MMPGyDS, a través de la creación de ocho regiones en el territorio bonaerense, a cargo de coordinadoras regionales. Iniciábamos un camino de institucionalización que continúa hasta hoy. Todas las áreas del MMPGyDS fueron sumándose a esta misión y realizaron sus valiosos e imprescindibles aportes a este proceso colectivo. Estas acciones fundantes e instituyentes sentaron las bases para la articulación de las políticas del ministerio en el territorio, pero, fundamentalmente, abrieron un canal de diálogo con los municipios, las instituciones provinciales con asiento local, las organizaciones de la comunidad y la población en general.

Una mención especial ameritan las primeras compañeras que ocuparon los cargos de coordinadoras regionales. Ellas, verdaderas pioneras, con su propio capital político, sus recursos personales y su entrega militante, montaron sobre sus espaldas la primera institucionalidad del MMPGyDS en el territorio. También merecen un reconocimiento las trabajadoras y trabajadores que comprendieron rápidamente lo novedoso y profundo de la tarea que tenían por delante; que esta construcción también estaba en sus manos y que les había tocado el privilegio de ser protagonistas de un hito histórico y fundante.

Más adelante, a medida que avanzamos con el proceso de regionalización en una Provincia variopinta, económica, social y culturalmente, con grandes distancias y un enorme caudal poblacional, se hizo evidente que era necesario dar un paso más.

Tiempos de crecimiento y consolidación

No se habían terminado de asentar las primeras bases para la regionalización del ministerio y la construcción de las herramientas para la TPG que la demanda proveniente del territorio y la buena repercusión de las políticas de cercanía,  sumadas a la decisión política de nuestra ministra, provocó una transformación estructural. La unidad fue jerarquizada y pasó a ser Subsecretaría de Políticas Transversales de Género (SPTG). Con su creación se fortalecieron las regiones,  se profundizaron las acciones de los consejos, y nacieron los primeros programas y dispositivos diseñados para impulsar la TPG que se habían forjado en los primeros dos años, en los viajes a los municipios, en los debates entre nuestros equipos, con las directoras regionales, con las áreas de género municipales, en los diálogos con las mujeres y diversidades de los pueblos en cada rincón de la Provincia.

Para evaluar estos programas y procesos de TPG, a cuatro años de la creación del ministerio, podríamos aportar números y estadísticas… Sin embargo, existen otras formas de hacer balances, y entonces  asoman en nuestro recuerdo muchas imágenes, sonidos, aromas, que parecen contar mejor lo sucedido.

Se nos presentan en la memoria las lágrimas y las sonrisas de emoción de las «doñas», las mujeres de pueblos que fueron elegidas por sus comunidades para ser retratadas en las paredes de las escuelas; un reconocimiento que no esperaban y que las abrazó amorosamente. Ellas no estaban pintadas es un programa que recuperó y puso en valor la identidad de mujeres y diversidades bonaerenses a lo largo de todo el territorio provincial.

En nuestros oídos, resuenan los audios de agradecimientos de las directoras de las áreas de género por el programa Municipios por la Igualdad, y los encuentros sobre Presupuesto con Perspectiva de Género, porque por primera vez, en muchos casos, funcionarios de áreas como Hacienda, Trabajo, Producción o Infraestructura —áreas con poder, con presupuesto— tuvieron que ser coordinados por ellas para diseñar proyectos con perspectiva de género con recursos genuinos para sus municipios.

También, estallan en la retina los colores, las comidas, las danzas y las rondas de las Plazas por la Igualdad, en las tardes de sábado, con las mujeres feriantes contando sus historias, vendiendo sus productos y enhebrando sus deseos. Muchos ministerios articulados en las localidades encontraron un espacio donde contar sus políticas públicas de otro modo, en clave de lenguaje popular.

Y, por último, escuchamos los gritos de alegría de las jugadoras de fútbol en la Copa Igualdad, mientras recorremos con la memoria el verde de canchas importantes, donde transcurrieron los partidos, con las banderas colgadas de los alambrados y el abrazo emocionado de agradecimiento, tan sólo por el respeto expresado hacia ellas en cada momento del torneo. Las transmisiones en vivo, las notas periodísticas, mostraron a toda la Provincia la potencia del fútbol femenino y las desigualdades de género que aún persisten en su práctica.

Como reflexión final, podemos afirmar que se hizo mucho más que lo soñado, incluso, de lo planificado. Y eso fue posible porque ante cada desafío contamos siempre con las ideas, el entusiasmo, el acompañamiento y una enorme confianza de la conductora principal de este proceso de construcción ministerial, nuestra querida compañera ministra Estela, apoyada y sostenida por este gran gobernador de nuestra provincia que es Axel Kicillof. La sensación que nos embarga nos indica que se rompieron las barreras de lo posible y se sentaron sólidas bases de una estructura que debe seguir creciendo, y lo debe seguir haciendo mostrando otras formas de construir Estado, provocando transformaciones de forma y de fondo. El feminismo popular, la identidad bonaerense y la importancia de un Estado presente y con fortaleza son nuestra inspiración; la igualdad y la justicia social iluminan  el horizonte y sabemos, por experiencia, que el camino es infinito.

2 de junio de 2023