Subsecretaria Técnica, Administrativa y Legal
Han pasado casi cuatro años desde que el gobernador Axel Kicillof tomó la decisión política de crear el Ministerio de las Mujeres, Políticas de Género y Diversidad Sexual en la provincia de Buenos Aires. Los antecedentes previos de institucionalización de las políticas de género en la Provincia eran escasos y desjerarquizados. Con esta decisión, el gobernador no solo asumió el compromiso de otorgar jerarquía, estructura y recursos a las políticas públicas con perspectiva de género, sino que también le otorgó valor real a la política cuando se presenta como transformadora; como un proceso que no sucede de un momento a otro, ni se agota en un primer período de gestión.
Por ello, la visión de la ministra Estela Díaz acerca de cómo concibió esta primera etapa fundacional fue esencial. A partir de ella, nos dimos a la tarea de institucionalizar la perspectiva de género en el Estado provincial tanto desde la dimensión transversal como territorial.
En un primer momento, se debió priorizar el diseño y ejecución de políticas contra las violencias por razones de género. Luego, pudimos avanzar en aquellas que reducen las brechas de desigualdades en mujeres y personas LGTBI+, para, posteriormente, desarrollar e implementar mecanismos que permitan su transversalización y territorialización, como así también aquellas que nos acerquen a la cultura y al deporte.
Desde la Subsecretaría Técnica, Administrativa y Legal acompañamos este proceso a partir del diseño de la estructura orgánico funcional, de la planificación presupuestaria, de la redacción de normativas para la implementación de cada una de las políticas, de la incorporación de trabajadoras y trabajadores y en la asignación del equipamiento y otros recursos.
Es importante destacar que, respecto de la designación del personal del ministerio, no solo focalizamos nuestra mirada en aquellas competencias técnico-profesionales que poseían para poder desempeñarse en los distintos puestos de trabajo, sino también en aquellas del tipo ético-institucionales y actitudinales que nos permitió ver su compromiso con la conformación de un Estado inclusivo, solidario, con justicia social y feminista. Asimismo, se incorporaron trabajadoras en aquellas áreas del ministerio históricamente masculinizadas, como, por ejemplo, las áreas de servicios auxiliares y automotores. En este mismo sentido, se acompañó a otras dependencias del Estado provincial en la búsqueda de perfiles que cumplieran con estos requisitos.
Particularmente, una de las primeras decisiones que tomamos en esta subsecretaría fue la formación y capacitación constante de quienes la conformamos en temas de género y políticas contra las violencias por razones de género, ya que es necesario para enfrentar uno de los desafíos más importante que tenemos: hacer convivir estructuras, prácticas y normas que no poseen perspectiva de género con la gestión diaria del ministerio, que en el hacer se transforma.
La constitución del andamiaje administrativo con perspectiva de género no se corresponde a políticas o decisiones aisladas, no son solo propias de nuestro ministerio, es el compromiso de todas las dependencias del Estado, y, en particular, de aquellas que tienen competencias en materia normativa, presupuestaria, contable y de control en la provincia de Buenos Aires. En este sentido, desde el primer día se trabajó de manera articulada con cada una de ellas.
La constante articulación interna y externa se debe a la concepción de que las áreas técnicas, administrativas y legales de los ministerios deben acompañar y fortalecer las políticas que se llevan a cabo desde cada una de las dependencias, procurando no solo facilitar la gestión interna sino también la externa, con los municipios y organizaciones sociales y comunitarias.
En este sentido, podemos mencionar la elaboración de manuales de procedimiento e instructivos, la creación de sistemas de información y aplicaciones y el diseño e implementación del programa Organizadas y en Red. Programa de Fortalecimiento Institucional para Organizaciones Sociales y Comunitarias, por parte de esta subsecretaría.
Lo realizado hasta ahora es solo el inicio de un proceso que requiere tiempo y que nos invita a seguir diseñando, gestionando y evaluando políticas públicas que incorporen esta perspectiva, y que promuevan cambios en las lógicas establecidas en el entramado estatal, transformando las prácticas patriarcales establecidas desde la constitución del Estado.
Por ello, es que la institucionalización de la perspectiva de género en el Gobierno de la provincia de Buenos Aires es un proceso dinámico, que no debe verse interrumpido. En nuestro gobernador y nuestra ministra encontramos la voluntad y decisión de cambio necesaria para llevarlo adelante y poder establecer —de manera definitiva— un Estado con inclusión social y perspectiva de género.
24 de julio de 2023