Trabajamos para la Igualdad

Ana María Fernández

Supervisora Externa de programas de la Subsecretaría Políticas contra las Violencias por Razones de Género

Mercedes Yurec

Trabajadora de la Dirección Provincial de Investigación, Planificación y Gestión de Políticas Públicas contra la Violencia por Razones de Género

Cuando el Estado dice presente: multiplicidad de las pequeñas máquinas en movimiento

I

Hoy contamos con un enorme hito: es la primera vez en Argentina que tenemos ministerios de las mujeres y políticas de género, con sus pequeñas variaciones en el nombre. La provincia de Buenos Aires (PBA) cuenta con el suyo. También están los de Nación, Santa Fe, Santa Cruz y Córdoba. En el Ministerio de la PBA se suelen referir al organismo como «La Ministeria», cosa que me alegra ya que todas hemos saludado con entusiasmo esta llegada. Para quienes venimos de largas trayectorias en el tema de las mujeres y diversidades, algunas con mucha militancia, pero desde la producción de conceptos en el mundo académico, la posibilidad de poner todo este capital simbólico que hemos acumulado a lo largo de los años en un espacio concreto del hacer y que ese hacer sea desde el Estado… Bueno, yo no pensé que iba a llegar a verlo. Y, lo que es más, resignifica toda mi tarea aquí.

Este Ministerio inaugura sus políticas de género y hace posible que aun las más jóvenes, muy entusiasmadas, puedan pensar que desde el Estado se pueden cambiar las cosas. Esto, si bien es absolutamente cierto, también nos enfrenta a un montón de problemas y desafíos. Políticas a inventar, cuestiones a pensar y complejidades a vencer. Es un desafío inmenso y —cosa que es de destacar— vemos que se afronta con mucho entusiasmo.

En esta etapa de capitalismo mundial integrado —como hace ya muchos años lo nominó Guattari (1972 y 1996)— estamos en presencia de grandes despliegues de sus dispositivos biopolíticos de la crueldad, de alcance geopolítico (Fernández, 2009). A su vez, y teniendo en cuenta el presente de nuestras mujeres golpeadas y asesinadas sometidas tantas veces a ferocidades inimaginables tiempo atrás, lo primero que tenemos que pensar es que debemos diseñar muchos de nuestros abordajes de otro modo. Tienen que ser eficaces para estas nuevas realidades más feroces y de ciclos violentos mucho más rápidos. Es decir que tenemos que poder registrar y actuar rápidamente frente a estos modos del accionar de las violencias que, en muchos aspectos, han cambiado sus modalidades radicalmente.

Vamos reflexionando estas cuestiones con mucho detenimiento. Esperamos haber podido plasmar este trabajo de pensamiento en la serie de fascículos Las violencias por razones de género: políticas, debates, actualizaciones (Fernández y Yurec, 2022).

Podrán encontrarse allí reflexiones actuales respecto de las violencias por razones de género y sus modos de abordajes. Es una producción de pensamiento que ha sido posible desde la experiencia realizada en la Ministeria como Supervisora Externa. Es de mencionar que, en el fascículo 2 de la serie, brindamos una historización de los lugares estatales que se fueron habilitando a partir de la vuelta de la democracia, señalando qué conceptualizaciones se realizaban, qué caracterización de las mujeres que atravesaban violencias por razones de género se hacían en los distintos periodos, etc. Trazar líneas genealógicas permite así poner en visibilidad y en valor los legados que enriquecen los criterios actuales, y a las generaciones más jóvenes les permite comprender que vienen de una larga historia de luchas.

II

En Argentina, tenemos una larga tradición de suponer que todo se arregla con psicoterapia y psicoanálisis. Considero que no está mal recurrir a estos dispositivos, pero estas no pueden ser las políticas centrales del Estado, cuando no las únicas. Lo fantástico de poder pensar en términos de ministerio es que, si bien podemos ir recuperando los buenos linajes de las acciones estatales que se han ido implementando, hoy el enorme desafío es cómo diseñar políticas públicas que respondan con eficiencia a las nuevas lógicas estatales del Estado inclusivo. Al mismo tiempo, deben ser muy adecuadas frente a la ferocidad y velocidad que habita hoy en las violencias por razones de género. En este sentido, se ha vuelto apremiante la creación de nuevas rutinas estatales. Y vaya si lo han hecho. En estos 4 años de gestión, al día de la fecha, por ejemplo, se contabilizan 129 áreas de políticas de género implementadas por la Ministeria en la PBA. Dependen de diversas estructuras y dependencias municipales (en algunos casos vinculados a Bienestar, en otros con Salud, Desarrollo Social, Familia, etc.). A su vez, desde la Subsecretaría de Políticas Contra las Violencias por Razones de Género ya se contabilizan 126 mesas locales, de las cuales 116 están ya en funcionamiento. Cada una de ellas tiene una actividad situada, diversa y compleja, reflejo sin duda de las particularidades de sus territorios. A su vez, y no es menor, dichos municipios fueron robustecidos por el programa de financiamiento y fortalecimiento institucional «Comunidades sin Violencias». También es importante destacar que la Línea 144 fue repensada, recuperada, con la reestatización de sus trabajadoras, quienes, hasta entonces, se encontraban contratadas como empleadas de comercio por el grupo Provincia Net (fascículo III, parte 1, serie Las violencias por razones de género: políticas, debates, actualizaciones, Fernández y Yurec, 2022).

Quienes estamos en esto tenemos la premura de crear condiciones para institucionalizar lo más rápido posible las nuevas políticas. Esta es nuestra vivencia cotidiana. Pienso que es importante destacar que esta Ministeria está armando nuevas lógicas estatales en función de cómo enfrentar las ferocidades y velocidades de acción que han cobrado las violencias de género. Al mismo tiempo, y en función de la institucionalización a la que hacíamos referencia, va consolidando las rutinas burocráticas imprescindibles para tal institucionalización. Es importante recordar que no hay Estado sin rutinas administrativas, como tampoco hay Estado sin estadísticas. Es imprescindible revalorizar la importancia de la producción de estadísticas, tanto para la elaboración de conocimientos como para la optimización de las prestaciones. Para lograrlo, necesariamente se deben poner en valor los equipos de trabajo y mantener su producción siempre actualizada. Claro está, esto sólo es posible si se designa personal suficiente y adecuadamente entrenado para que esté afectado a esta tarea particular.

III

Esta tarea de suma importancia está actualmente encabezada por un equipo transdisciplinario muy potente, dentro de la Dirección de Estadística y Registro Único de Casos por Violencia de Género y de la Dirección Provincial de Investigación, Planificación y Gestión de Políticas Públicas. Estuvo a su cargo la organización de los tres congresos «Estado presente», que permitió registrar todo lo realizado en esta gestión. Pero no sólo eso. Los trabajos presentados y sus debates hicieron posible analizar y producir conocimiento en torno a las políticas públicas existentes sobre la temática, difundir experiencias de organizaciones sociales y civiles, y conocer la realidad de los territorios de la Provincia. Esto fue posible a partir de la escritura y presentación de trabajos de muchísimas direcciones de políticas de género provinciales y municipales. Año a año, se recopiló el trabajo escrito de todas y todos los participantes de los congresos, visibilizando en los hechos la importancia de la existencia de un ministerio. Y, lo que es más, mostró la dimensión, la significancia, la importancia, la originalidad, de la multiplicidad de las pequeñas máquinas en movimiento, en los diversos territorios1.

En tal sentido, estas producciones implicaron una fuerte indagación en torno a las prácticas. Esto es importantísimo, porque indagar en las prácticas supone analizar la producción in situ de una política pública. Las prácticas, a mi criterio, son metodología, epistemología, conceptos, acción política, pero todo en acto. Y eso es lo maravilloso de lo que ha ido armando este grupo de mujeres muy corajudas que están al frente de la Ministeria, y también las trabajadoras que las secundan, porque implementar política pública es mucho más que aplicarla.

Es muy interesante cómo los equipos van haciendo las cartografías del territorio, para ver por dónde entrar y cómo, frente a dificultades específicas. En una cartografía territorial se van inventando los vericuetos por dónde entrar, dentro de los lineamientos de un programa. También, es necesario encontrar los canales de comunicación con las personas, instituciones u organismos de la zona para armar, cuando es posible, alianzas de fuerza colectiva. A su vez, van también discutiendo, analizando, proponiendo, el cómo producir, el cómo nombrar aquello que falta iluminar… (Tobar, 2010).

Ahí se van creando mini-políticas en situación, mini-recursos con los que cuenta esa zona y no otra. Y entonces, implementar una política pública ya no es repetirla, sino que es poner en marcha sus dispositivos generales, pero teniendo en cuenta, es decir, en situación, aquello que puede com-ponerse en cada territorio. En estas lógicas de multiplicidad, en este modo de accionar en multiplicidad, puede comprobarse, arman una articulación espléndida. Es de resaltar la naturalidad con que van armando las acciones y com-poniendo las políticas. Son pequeñas máquinas en movimiento operando activamente en esa multiplicidad. Estos son los equipos que van a trabajar al terreno, o a otros ministerios, o con otros y otras. Se trata muchas veces de verdaderos círculos virtuosos que van registrando o sembrando pequeños germinales políticos locales, que van armando lazos, creando conexiones, acuerdos, alianzas o simplemente algunas puestas en común.

Estas nuevas lógicas estatales dan cuenta de una especificidad que tiene varios órdenes. Por un lado, hay que tener en cuenta la especificidad que necesitan tales lógicas estatales para ordenar las políticas públicas de la Ministeria, en la particularidad de sus temas propios: mujeres, políticas de género y diversidades sexuales. Por el otro, hay que tener en cuenta la especificidad del accionar de un Estado que ni deja caer ni se centra en la asistencia estatal, sino que produce políticas de inclusión y restituye dignidad para que estas puedan ser captadas, para que puedan ser apropiadas por las personas vulnerabilizadas. Sólo así pueden ser sostenidas a lo largo del tiempo, manteniendo su efectividad.

Otra cuestión a resaltar ha sido la velocidad con la que, a medida que se han ido actualizando criterios y nociones sobre las violencias por razones de género, se emprendieron tareas de crear nuevos instrumentos computables y de guías prácticas que permitieran abordajes cada vez más eficientes. La Dirección Provincial de Investigación contra las Violencias por Razones de Género ha puesto en circulación un valiosísimo documento que actualiza y perfecciona cuestiones centrales, el Documento Conceptual de la Matriz de Riesgo; como también la Guía de la Dirección Provincial de Casos Críticos y Alto Riesgo y la Guía de Abordaje y Detección de Violencias por Razones de Género2. También han implementado equipos de pares interdisciplinarios para las entrevistas, y han comprobado que más allá de la mirada enriquecida por lo inter, las entrevistadoras resultan más protegidas para la escucha de las violencias en el cara a cara. Suele aquí encontrarse un criterio: cuando la innovación práctica resulta, se replica, aspecto también a destacar.

IV

Toda política pública sobre sectores muy vulnerados necesita crear condiciones de restitución de dignidad, para que se pueda apropiar de la política pública que se le está ofreciendo. Es de destacar el modo de trabajar de las compañeras. No sé si lo hacen conscientemente, pero ¡lo logran siempre! Hay algo de la relación que establecen en los territorios que genera, por un lado, el replicar las acciones por los distintos intersticios que el lugar ofrece, en las pequeñas alianzas políticas o en las grandes. Al mismo tiempo, este accionar genera una restitución de los lazos sociales, poniendo el eje en la restitución comunitaria, que no excluye la asistencia o la ayuda individual a cada mujer o LGTBI+, pero propone una salida en el entre otres.

Ese entre otres reconstruye la importancia de lo común, allí donde el capitalismo mundial integrado ha arrasado con los lazos sociales y ha desplegado un imaginario colectivo que nos hace suponer que la salida es individual. Esa fábrica de soledades en su alianza capitalismo-patriarcado (Fernández, 2016 y 2021) hace olvidar a grandes poblaciones que es en el entre-otres, en el entre-muchos o en el entre-algunes donde se recuperan los lazos sociales tan dañados, donde son posibles acciones que permitan la restitución de dignidades perdidas en los maltratos y desigualaciones de todo orden. Restitución de dignidad, cuestión imprescindible que crea condiciones para la apropiación de aquellas políticas públicas que el Estado inclusivo, a través de esta Ministeria, puede ofrecer.

20 octubre de 2023

1- Sobre esto pueden leer más en la página 31 del fascículo III, parte 2, de la serie Las violencias por razones de género: políticas, debates y actualizaciones (2022), Fernández y Yurec.
2- Todas ellas disponibles en www.gba.gob.ar/mujeres/guias?page=3


Bibliografía:

Fernández, Ana María (2009). «Las diferencias desigualadas: Multiplicidades, invenciones políticas y transdisciplinas». Revista Nómadas Nº 30, U. Central, Colombia.

Fernández, Ana María (2016). Conferencia de cierre: «La vida en riesgo (La biopolítica de la crueldad en las sociedades posdemocráticas)», I Congreso internacional de Victimología, Homenaje al Psicólogo Profesor Juan Carlos Domínguez Lostaló. Facultad de Psicología.

Fernández, Ana María (2021). Psicoanálisis. De los lapsus fundacionales a los feminismos del siglo XXI, Buenos Aires, Paidós.

Fernández, Ana María y Yurec, Mercedes. (2022), serie de fascículos Las violencias por razones de género: políticas, debates y actualizaciones, Ministerio de las Mujeres, Políticas de Género y Diversidad Sexual de la Provincia de Buenos Aires. Disponible en:
https://www.gba.gob.ar/mujeres/programas/...

Guattari, Félix, (1972), Psychanalyse et transversalité, Paris. Maspero.

Guattari, Félix, (1996), Caosmosis, Buenos Aires, Manantial.

Tobar, Federico (2010), «Gestión territorial en salud», en Chiara, Magdalena & Moro, compilación, Pensando la agenda de la política. Capacidades, problemas y desafíos, Universidad Nacional de General Sarmiento. Instituto del Conurbano.