Trabajamos para la Igualdad

Claudia Bernazza

Diputada Nacional (MC) - Instituto Patria

Planificar la utopía

Señalar una utopía y planificar el rumbo de una organización siempre es apasionante. Si esa organización es un organismo público, la tarea es doblemente gratificante, porque sabemos que sus acciones transformarán vidas. Y si ese organismo público es un ministerio, cuya creación resulta de la conjunción de una lucha colectiva que se encuentra con una decisión política de primer orden, entonces planificar se convierte en una aventura única.

La gestión del Estado no es un problema de administración. Es un problema de anhelos y expectativas sobre el mundo en que vivimos. Nuestro desafío, siempre, es buscar una metodología para transformar ese mundo. Las leyes e instituciones son el resultado de esa búsqueda en distintas etapas históricas y desde diferentes concepciones. A nosotras nos toca escribir este capítulo particular del Estado provincial, a fin de que pueda dar cuenta de las transformaciones por las que hemos luchado como colectivos feministas.

Las mujeres argentinas, y en particular las bonaerenses, tienen un largo recorrido de luchas por sus derechos. Su presencia en la vida política, social y económica ha logrado cambios en la legislación y las políticas públicas que hoy son reconocidos a nivel mundial. La paridad de género en ámbitos legislativos, su presencia en cargos ejecutivos y la lucha contra la violencia de género fueron ganando espacio en la agenda social y, finalmente, en la agenda de los gobiernos.

En el caso de la provincia de Buenos Aires, la creación del Ministerio de las Mujeres, Políticas de Género y Diversidad Sexual en el año 2019, mediante la Ley 15.164, cuyo principal antecedente es el Consejo Provincial de las Mujeres del año 2007, marcó un hito de enorme potencia transformadora. La decisión del gobernador Axel Kicillof de designar a Estela Díaz al frente de esta cartera supuso, además, el reconocimiento de un liderazgo indiscutido en la materia.

Una vez aprobada la Ley de Ministerios, toda nueva estructura organizativa desgrana sus objetivos de gestión. En el caso de este ministerio, la redacción de los objetivos a alcanzar fue producto de una agenda previa, lo que evitó imprecisiones. De hecho, las competencias fundantes del ministerio son claras en cuanto a lo que se pretende alcanzar. En los primeros ítems, puede leerse:

  1. Coordinar la labor de las unidades orgánicas que funcionen en los restantes Ministerios y Organismos que tengan competencias vinculadas a las políticas de géneros y diversidad, constituyéndose en órgano rector de las mismas.
  2. Entender en el diseño, monitoreo y evaluación de normativas y políticas que contribuyan a la igualdad jurídica, social, económica, laboral, política y cultural entre las personas en jurisdicción de la Provincia de Buenos Aires, sin distinción en razón de género, orientación sexual, identidad o expresión de género.
  3. Entender en la incorporación de una perspectiva de género en las políticas de gobierno y la identificación de espacios prioritarios de intervención.
  4. Intervenir en la prevención y erradicación de todo tipo de discriminación, violencia, acoso y maltrato contra las mujeres, lesbianas, travestis, trans +.1

La gestión necesita estrategias y acuerdos que conviertan estos objetivos en un plan ejecutable. Y esto supone un método de planificación capaz de adaptarse a las diferentes situaciones sin abandonar los compromisos asumidos.

Las reuniones para la organización ministerial fueron múltiples y muy ricas. Un grupo de mujeres acostumbradas a batallar la calle debieron convertir sus reclamos y propuestas en acción gubernamental. Al mismo tiempo, debían dotar a esta acción de coherencia, definiendo programas, diseñando una estructura orgánico funcional y elaborando un presupuesto.

En esta etapa inicial, fui partícipe de los talleres de planificación. Convocada desde mi oficio, acompañé las jornadas intensivas donde los diferentes equipos señalaron sus nortes. Con la mirada puesta en nuestros sueños, pero con los pies en la tierra de la Provincia, nos dispusimos a encauzar nuestras utopías en el marco de las reglas de juego propias de la Administración Pública Provincial. Así nacieron programas y proyectos, así como niveles administrativos abocados a las compras, las contrataciones y la gestión del personal. Áreas de planificación y evaluación, de comunicación y formación, así como áreas técnico administrativas y sustantivas, fueron el andamiaje necesario para sustentar estos programas, proyectos y acciones.

Otros capítulos de este libro darán cuenta de logros y aprendizajes. Por mi parte, prefiero detenerme en este hito, no como evento aislado sino como un camino que culminó con una propuesta de formación desarrollada durante el año 2022. A lo largo de varios encuentros, y ya con un camino recorrido, pudimos complejizar el análisis del entramado público para afrontar el desafío que representan las vías burocráticas. Esta formación complementó y consolidó capacitaciones previas en temas de gestión.

En este ciclo de formación se abordaron temas como la planificación, el diseño de estructuras, el presupuesto y los procedimientos administrativos y de compras, la promoción de trabajadores y trabajadoras, la comunicación y la ejecución de proyectos, revisando participativamente las luces y sombras que acompañan toda organización y convivencia humana.

Un Estado no es un aparato institucional puramente racional: por sus laberintos corre la sangre de nuestras pasiones. Estamos convencidas de que la racionalidad técnica debe estar al servicio de esta pasión, nunca al revés. La formación de una nueva generación de gestoras públicas, en este caso fuertemente comprometidas con un enfoque de género, es un capital con el que hoy cuenta la provincia de Buenos Aires.

A partir de esta experiencia, el Estado de la provincia de Buenos Aires tiene un nuevo espejo donde mirarse.

21 de junio de 2023

1- Las competencias completas pueden consultarse en: https://www.gba.gob.ar/mujeres/mision_y_vision