Trabajamos para la Igualdad

Lucía García Itzigsohn

Licenciada en Comunicación Social. Periodista feminista. Militante de Derechos Humanos.

Haciendo historia

Ser parte de la creación de lo nuevo es un desafío fascinante. La creación del primer Ministerio de las Mujeres, Políticas de Género y Diversidad Sexual de la provincia de Buenos Aires fue un hito para el movimiento feminista de nuestro país. La decisión política del gobernador Axel Kicillof inauguró una institucionalidad política de primer rango que desplegó iniciativas en todo el territorio, al interior de la administración pública, en articulación con los municipios, en diálogo con las organizaciones, y que inició una transformación del Estado.

Estela Díaz, nuestra primera ministra de las Mujeres, Políticas de Género y Diversidad Sexual bonaerense, estructuró el proyecto de gestión en dos grandes ejes: el abordaje de las violencias por razones de género y las líneas de trabajo de promoción de la igualdad. La transversalidad fue, desde un principio, un objetivo y también un método. La perspectiva de género en las políticas públicas, además de ser constitutiva de todas las acciones del Ministerio, se expandió en los vínculos con ministerios y organismos, formando parte de un enfoque de gobierno.

El Ministerio, producto de las luchas feministas, emergió de las expectativas y demandas de un movimiento con una extensa historia. Una genealogía que incluye a las sufragistas, que hicieron un primer Congreso Femenino Internacional en el centenario de la Patria. Una trama que tiene en Eva Perón a una de sus grandes referentas, por consagrar el derecho al voto femenino y convocar a las mujeres a ser protagonistas de la vida política. Las dirigentes sindicales, sociales y de la diversidad, que encabezaron conquistas de derechos. Las militantes desaparecidas y las sobrevivientes de la dictadura militar, que pusieron su vida en el proyecto colectivo. Las Madres y Abuelas de Plaza de Mayo que socializaron la maternidad y lograron, con herramientas de la ciencia, hacer posible el encuentro de las nietas y los nietos. Esa memoria está inscrita en los encuentros nacionales de mujeres y LGTBI+, que son antecedentes de este Ministerio.

El desafío, en tiempos inaugurales, era construir una comunicación que expanda estas agendas, que cuestione las desigualdades y que abra caminos para promover vidas dignas, en comunidades que cuidan, sin violencias ni discriminaciones. Y, como propuso el gobernador Axel Kicillof, consolidar una identidad bonaerense que recupere las referencias locales.

Trabajar con Estela Díaz, una ministra que reconoce la dimensión estratégica de la comunicación como una política de género en sí misma, fue pensar cómo nombrar cada área, cada programa y cada acción de gobierno, buscando las palabras que expresen los objetivos con claridad, poniendo en el centro de la comunicación a las destinatarias y destinatarios de las iniciativas.

Al inicio de la pandemia, en marzo de 2020, nos encontramos ante la tarea de armar una institucionalidad totalmente nueva en un contexto también nuevo, para lo que las herramientas digitales fueron fundamentales. Nos sumergimos en el uso de las tecnologías digitales como modo de generar política pública en ese contexto.

Comunicar implica encontrar una identidad visual. La imagen, con su poder de síntesis, condensa sentidos, propone universos simbólicos y busca generar reconocimiento, ser marca, huella. Elaborar una estética, definir el uso del color celeste, que identifica a la Provincia, combinado con el violeta de los feminismos, dio lugar a la imagen icónica del Ministerio que es la trama de mujeres diversas, ilustradas por Julieta Longo, que da cuenta de esa multiplicidad, del movimiento, de la variedad de cuerpos, de acervos culturales, de realidades territoriales. Y a partir de allí hacer objetos bellos que transmitan la información en soportes útiles para la vida cotidiana. Pensar en las mujeres y LGTBI+ que habitan la Provincia, en su día a día, en sus inquietudes y deseos.

Desde el inicio se consideró la página web1 como un repositorio del trabajo del conjunto del Ministerio, buscando caminos de acceso sencillo, lenguaje claro, información organizada para que pueda ser consultada por quienes la requieran.

Otra dimensión de la tarea de comunicar desde el Ministerio tiene que ver con la visibilidad como política del reconocimiento, la puesta en valor del aporte de mujeres y diversidades, el protagonismo político, social, cultural, deportivo. Poner en foco los liderazgos de las mujeres y diversidades, reponer trayectorias, nombres, rostros como modos de desandar la discriminación, el silencio, la invisibilidad. El concurso literario «Ellas no fueron contadas» convoca a narrar esas historias desconocidas, así como desde el programa «Ellas no estaban pintadas» se plasman en murales las imágenes de las protagonistas destacadas por la comunidad. A su vez, se produjeron dos series documentales, por iniciativa y con apoyo del Ministerio, «Nosotras, relatos de los feminismos bonaerenses» y «Arde», que recopilan experiencias situadas de organización.

La entrega del Premio «Eva Landeck» en el marco del Festival Internacional de Cine de Mar del Plata, distingue a la mejor dirección con perspectiva de género de las películas en competencia. En conjunto con el programa «Gafas Violetas» del INCAA se premia a directoras que proponen otros enfoques, tratamientos y protagonistas. En igual sentido, el ciclo de cine «Proyectando feminismos» divulga la obra de directoras argentinas que traen temáticas y abordajes desde otras miradas para habilitar debates y reflexiones en clave de la búsqueda de la igualdad.

Comunicar implica también hablarles a los varones. Acercar las políticas que desde la línea «Hablemos», de primera escucha y derivación, hasta los dispositivos de trabajo con masculinidades en más de 90 municipios, traen la dimensión del cuidado, la desnaturalización de las violencias y de otros modos de habitar lo masculino.

Encontramos en las efemérides una periodización para hacer visibles los derechos producto de las luchas, que tanto en el plano provincial como en el nacional e internacional, han consagrado derechos plasmados en políticas públicas. La legislación presentada como letra viva que acompaña nuestras vidas.

En las señalizaciones del programa «Mariposas», que recuerda a las víctimas de femicidio, travesticidio y transfemicidio en el espacio público, la dignidad de quienes fueron víctimas de la forma más extrema de la violencia por razones de género se ve restaurada. La imagen nos recuerda que no se trata de un acontecimiento privado, sino de un duelo social, de un daño irreparable que, como sociedad, tenemos el compromiso de prevenir.

Al cumplirse el primer año de gestión del Ministerio de las Mujeres, Políticas de Género y Diversidad Sexual publicábamos el libro Haciendo historia. Hoy, a cuatro años de aquel 11 de diciembre en que nacía el Ministerio, hacemos el balance de la primera gestión. En los relatos audiovisuales de «Mar para todas» se escuchan las voces en primera persona de quienes están en el proceso de salida de las violencias, acompañadas desde las áreas de género de los municipios, con sus hijas e hijos. Muchas de ellas conociendo el mar por primera vez, o teniendo unos días de descanso como nunca antes en sus vidas. En esos testimonios las escuchamos tomar distancia del miedo y el sometimiento en que vivían, y empezando a armar un proyecto de vida. En tiempos en que se discute la relevancia de las políticas de género, esas mujeres frente al mar dan cuenta de que el Estado, cuando está presente, protege el derecho a la vida.

7 de diciembre de 2023

1- Página web oficial del Ministerio: www.gba.gob.ar/mujeres